domingo, 4 de julio de 2010

El libertinaje al poder


Fernando Arredondo

La semana pasada, mientras en la redacción de Diario UNO debatíamos dónde y cómo publicar los pechos desnudos y turgentes de Pamela David (apenas un caso de exhibicionismo), en Francia uno de los diarios más prestigiosos del planeta pasaba a manos de un hombre que hizo su fortuna a fuerza de sexo explícito. Se trata del multimillonario Xavier Niel, de 42 años, uno de los miembros de la triada empresarial que se hará cargo del prestigioso diario Le Monde, medio que estaba asfixiado por deudas y a punto de entrar en cesación de pagos. Niel es el fundador de Free.com, un operador de internet y telefonía. A eso llegó luego de un largo camino que empezó a mediados de los años 80, cuando siendo aún un adolescente, este francés se involucró en la incipiente informática. Con solo 19 años, comenzó a armar su fortuna desde Mintiel, una red antecesora a Internet en su país. Allí el joven emprendedor ideó una red de contactos sexuales, que le sirvió de base para ir más allá e invertir en sex shops y negocios vinculados a la pornografía on line. Niel en su momento fue acusado de proxenetismo, aunque finalmente termino absuelto. Si en cambio se lo condenó por el manejo irregular del dinero de los sex shops. Solo debió pagar 250.000 euros, al estar limpio de antecedentes.
No es casual que un hombre que estuvo vinculado a la pornografía on line se transforme en factor de poder. El negocio del sexo explícito se ha multiplicado desde los años 90 en adelante y se estima que hoy mueve alrededor de 4.000 millones de euros anuales en el mundo. Para entender el fenómeno, quizás baste mencionar que el 35% de las descargas totales que se realizan en Internet son contenidos pornográficos y el 12% de las páginas que alberga la red son XXX, o sea, 317 millones de sitios, según un informe de Online MBA conocido este mes. El estudio agrega que por cada segundo, 28.258 personas están conectadas a esas páginas.
La asociación de Niel con estas actividades –que en realidad forman parte de su pasado–, condujeron al presidente Nicolás Sarkozy a oponerse a su llegada a Le Monde por su “temperamento libertario”, según destacaron algunos medios. En realidad lo que al presidente francés mas le preocupa es que los socios de Niel en Le Monde son opositores políticos. Uno de ellos es Pierre Bergé, de 80 años, un hombre de negocios francés y mecenas artístico, conocido entre otras cosas por haber sido socio y pareja del modisto Yves Saint-Laurent, fallecido hace tres años. Nunca ha ocultado su simpatía por la socialista Segolene Royal, ex candidata presidencial, derrotada por Sarkozy. El otro socio es Matthieu Pigasse, de 41 años, un banquero muy cercano a Dominique Strauss Khan, dirigente socialista, ex ministro de Economía y actual presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Hace un año, compró el semanario cultural francés Les Inrockuptibles. Entre los tres desembolsarán 110 millones de euros en pocos meses para mantener a flote a Le Monde.
Parece que enfrentarse a Sarkozy está de moda o trae suerte, porque a poco del duelo verbal de Cristina Fernández con el presidente francés en Canadá (difundido por el gobierno con ahínco), el Consejo de Administración del periódico parisino también decidió enfrentarlo, haciendo caso omiso a sus presiones para que el grupo español Prisa (dueño del diario madrileño El País, Radio Continental en Argentina, entre otra decena de medios) junto a France Telecom y el semanario Le Nouvel Observateur se hicieran cargo del periódico.
El martes el Consejo de Administración votó ajustadamente (11 a 9) a favor de Niel- Bergé-Pigasse y contra la otra oferta. La votación no solo implicó eso, sino también que luego de casi 60 años, la Sociedad de Redactores del periódico cediera la mayoría accionaria de la empresa. Ese también es un signo de los tiempos.

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