sábado, 24 de julio de 2010

Google vs diarios, la nueva guerra fría


Por Fernando Arredondo

Google, el motor de búsqueda de internet por excelencia desde hace años, tiene como principal fuente de ingreso (según dice la compañía) la publicidad on line. Esto le permite a la firma norteamericana mostrar cifras como las divulgadas hace diez días, que marcan ingresos solo en el primer semestre del año por encima de los 5.000 millones de dólares (menos de lo esperado, hay que aclarar), con una ganancia neta de 1.840 millones de dólares.
Los usuarios de todo el mundo consultan Google en búsqueda de información de todo tipo, entre ella la periodística. El buscador no produce contenidos, por lo que se debe nutrir de los productos que otros fabrican. Entre los que aportan a Google para que éste pueda brindar su servicio están los diarios y empresas periodísticas, que en general se quedan con muy poco (o nada), mientras ven pasar frente a sus narices millones y millones de dólares de publicidad on line con destino a Mountain View, California, la sede del buscador. Para este fin son vitales los sistemas de publicidad contextual de Google, AdWord y AdSense, responsables de esos anuncios que se ven en los márgenes y al pie de varios sitios, colocados aleatoriamente por el buscador dependiendo de las características de la página y de los usuarios que la visitan. Google gana por aproximar el producto al usuario, no por producirlo. Esto pone de los pelos a los editores.
Uno de los que más fuerte chilló en los últimos tiempos fue Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, diario madrileño cuyo sitio web es de los más visitados de habla hispana. “Digamos que Google es un parásito sofisticado. Un parásito high-tech. No puede ser que el buscador se quede con el 60% de la publicidad “on line” en España. Es como si las empresas de distribución de los periódicos en papel incluyesen publicidad en las furgonetas. Una de las debilidades del nuevo modelo de negocio por Internet es el monopolio en la distribución”, cuestionó, a la vez que alentó sus colegas de otros medios a demandar en conjunto a Google para que distribuya además de los contenidos, un poco de su billetera.
Otros toman medidas extremas en pos de ganar algo. Es el caso del magnate australiano Rupert Murdoch, dueño de medios en Europa y EEUU, quien decidió que The Times de Londres comience a cobrarle a sus usuarios para acceder a las noticias. Esta semana se supo que la cantidad de lectores del sitio cayó un 78%. La empresa esperaba que la caída sea de un 90%. “Con un 10% de lectores que paguen en la web ganaremos más que con todos los que teníamos antes y no pagaban nada”, sentenció Murdoch.
En Francia, en tanto, los editores de diarios se pusieron de acuerdo para armar un “kiosco virtual”, a través del cual los internautas (desde sus computadoras, celulares inteligentes o las tabletas como el IPad) podrán acceder a contenidos de periódicos nacionales a cambio de una suscripción. Se unen para crear una alternativa a Google Noticias, que anunció a principios de año su intención de incluir publicidad en las búsquedas.
Esta semana Google contestó a las acusaciones veladas y/o directas. Lo hizo al responderle a la Comisión Federal de Comercio de EEUU (FTC, según su sigla en inglés), que convocó a la empresa a debatir sobre la conformación de un “neoperiodismo” y la necesidad de crear nuevos marcos legales para la prensa en la era digital. La FTC propone medidas que salvaguarden a los medios impresos y pongan ciertos límites a buscadores y agregadores de noticias. Google fue durísimo: dijo, entre otras cosas, que la prensa escrita gozó por años de un esquema de negocios cuasi monopólico que le permitía tener ganancias extraordinarias a expensas de anunciantes que no tenían más opción que pautar en el papel para promocionarse y pagar mucho por ello. Agregó que internet en general y Google en particular lo que hicieron fue multiplicar las vidrieras donde exponerse, generando equilibrios. Esto permite que hoy, en internet, una empresa pague lo que corresponde por el efecto real de su anuncio, asegura Google en el documento, que es público y se puede leer en internet (en inglés).
Como en toda disputa de poder y negocios, acá no hay buenos ni malos, sino contendientes peleándose por la parte del león. No quedan dudas que de esta lucha, que será central en la década del ’10, muchos saldrán heridos, mutilados o quizás muertos. En ese contexto, resulta una apasionante incógnita saber en qué derivará el periodismo.

viernes, 16 de julio de 2010

K-Studio, el arma secreta


Fernando Arredondo

La mayor virtud de los uruguayos en el Mundial de fútbol quizás no estuvo en los pies, sino en la cabeza. A los bravos orientales les hizo bien eso de entrar por la ventana del repechaje para reconocer sus limitaciones a tiempo y a partir de allí edificar estrategias para alcanzar el mejor resultado posible. Aquel planteo fundante de la filosofía moderna formulado por Descartes hace más de 350 años con su “pienso, luego existo”, tuvo en el maestro Oscar Tabárez un ejecutor a medida.
Una de las herramientas clave con las que el DT ha contado para cumplir con el objetivo ha estado en su notebook y se llama K-Studio, un software “made in” Uruguay que sirve para analizar, entre otros eventos deportivos, partidos de fútbol. Los creadores del engendro informático, dueños de la empresa Kizanaro, son Krikor Attarian, Estefano Zammarelli e Ignacio Oliveri tres jóvenes de 27 años que con este invento se recibieron de licenciados en sistemas en la Universidad ORT. Dos de ellos, Oliveri y Attarian, viajaron como parte de la delegación uruguaya a Sudáfrica y convivieron con cuerpo técnico y jugadores.
En las notas que han dado los ciberasistentes durante estos días han explicado qué es lo que analiza y sistematiza el software. “Registramos todas las pelotas recuperadas, todas las llegadas, todas las pelotas quietas y asociaciones de juego entre jugadores, cuántos pases dio un jugador, si esos pases fueron buenos o malos, qué tipos de pases da –medios, cortos o largos–, cómo traslada la pelota, cómo recibe la pelota…” y más, según han explicado.
Destacaron que se trata de la compilación informática de alrededor de 2.000 acciones por partido sobre las que el DT puede establecer unos 150 criterios de búsqueda. El software es “customizable”, o sea que se puede adaptar a las necesidades del usuario. Otro aspecto destacado en el sitio redusers.com es que, como los creadores han tenido en cuenta que los entrenadores no necesariamente son personas muy amigadas con la tecnología, el K-Studio dispone de una interfaz “sencilla e intuitiva”, que permite operarlo con facilidad.
Tabárez en los entretiempos de cada partido del mundial ha recibido, on line, un informe sobre aspectos puntuales previamente establecidos con los técnicos informáticos (que observaban los partidos desde las tribunas), necesarios para los cinco o seis minutos de charla con sus jugadores en el vestuario. Y al final de cada cotejo, el DT ha contado con el reporte completo. Con esos datos el mismo entrenador puede generar un disco para ser entregado a cada jugador para verlo en un DVD,
explicaron los asistentes al diario mexicano El Economista.
Pero la función del software no se limita a analizar en detalle al equipo propio: también ha servido para estudiar a los rivales. En base al mismo programa, Oliveri y Attarian le facilitaron informes a Tabárez sobre cada contrincante, para de ese modo plantear un esquema de juego de acuerdo a las características del rival.
En sintonía con la humildad del DT, los licenciados no se arrogan nada. “Quien ha explotado el sistema al 100% es el maestro Tabárez. Nosotros sólo pasamos los datos y él tiene el mayor trabajo, interpretarlos a sus necesidades, conveniencias.
Creo que se han complementado bastante bien ambas partes”, dijo en una entrevista Zammarelli, socio fundador de Kizanaro que se quedó en Montevideo.
Esta innovación uruguaya puede emparentarse –en eso de no dejar detalles al azar– con la eliminación argentina en Alemania 2006 por penales y el recordado episodio del arquero Lehmann mirando un papelito con información de los shoteadores Albicelestes. Ese papelito no era cualquier cosa: era la aplicación práctica de la sistematización de 13.000 penales que los alemanes tenían cargados en su base de datos, según recordó Adrián Paenza poco antes de la frustración en Sudáfrica ante el mismo rival.
Un programa informático por sí mismo no asegura nada: el mejor martillo no asegura un
buen carpintero. De hecho, Tabárez ya tenía el K-Studio durante las Eliminatorias, en las que raspando Uruguay consiguió la chance del repechaje. De lo que sí no quedan dudas es que en este caso la herramienta fue utilizada en un trabajo serio que intentó superar adversidades y limitaciones, sin supercherías ni demagogias.

domingo, 4 de julio de 2010

El libertinaje al poder


Fernando Arredondo

La semana pasada, mientras en la redacción de Diario UNO debatíamos dónde y cómo publicar los pechos desnudos y turgentes de Pamela David (apenas un caso de exhibicionismo), en Francia uno de los diarios más prestigiosos del planeta pasaba a manos de un hombre que hizo su fortuna a fuerza de sexo explícito. Se trata del multimillonario Xavier Niel, de 42 años, uno de los miembros de la triada empresarial que se hará cargo del prestigioso diario Le Monde, medio que estaba asfixiado por deudas y a punto de entrar en cesación de pagos. Niel es el fundador de Free.com, un operador de internet y telefonía. A eso llegó luego de un largo camino que empezó a mediados de los años 80, cuando siendo aún un adolescente, este francés se involucró en la incipiente informática. Con solo 19 años, comenzó a armar su fortuna desde Mintiel, una red antecesora a Internet en su país. Allí el joven emprendedor ideó una red de contactos sexuales, que le sirvió de base para ir más allá e invertir en sex shops y negocios vinculados a la pornografía on line. Niel en su momento fue acusado de proxenetismo, aunque finalmente termino absuelto. Si en cambio se lo condenó por el manejo irregular del dinero de los sex shops. Solo debió pagar 250.000 euros, al estar limpio de antecedentes.
No es casual que un hombre que estuvo vinculado a la pornografía on line se transforme en factor de poder. El negocio del sexo explícito se ha multiplicado desde los años 90 en adelante y se estima que hoy mueve alrededor de 4.000 millones de euros anuales en el mundo. Para entender el fenómeno, quizás baste mencionar que el 35% de las descargas totales que se realizan en Internet son contenidos pornográficos y el 12% de las páginas que alberga la red son XXX, o sea, 317 millones de sitios, según un informe de Online MBA conocido este mes. El estudio agrega que por cada segundo, 28.258 personas están conectadas a esas páginas.
La asociación de Niel con estas actividades –que en realidad forman parte de su pasado–, condujeron al presidente Nicolás Sarkozy a oponerse a su llegada a Le Monde por su “temperamento libertario”, según destacaron algunos medios. En realidad lo que al presidente francés mas le preocupa es que los socios de Niel en Le Monde son opositores políticos. Uno de ellos es Pierre Bergé, de 80 años, un hombre de negocios francés y mecenas artístico, conocido entre otras cosas por haber sido socio y pareja del modisto Yves Saint-Laurent, fallecido hace tres años. Nunca ha ocultado su simpatía por la socialista Segolene Royal, ex candidata presidencial, derrotada por Sarkozy. El otro socio es Matthieu Pigasse, de 41 años, un banquero muy cercano a Dominique Strauss Khan, dirigente socialista, ex ministro de Economía y actual presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Hace un año, compró el semanario cultural francés Les Inrockuptibles. Entre los tres desembolsarán 110 millones de euros en pocos meses para mantener a flote a Le Monde.
Parece que enfrentarse a Sarkozy está de moda o trae suerte, porque a poco del duelo verbal de Cristina Fernández con el presidente francés en Canadá (difundido por el gobierno con ahínco), el Consejo de Administración del periódico parisino también decidió enfrentarlo, haciendo caso omiso a sus presiones para que el grupo español Prisa (dueño del diario madrileño El País, Radio Continental en Argentina, entre otra decena de medios) junto a France Telecom y el semanario Le Nouvel Observateur se hicieran cargo del periódico.
El martes el Consejo de Administración votó ajustadamente (11 a 9) a favor de Niel- Bergé-Pigasse y contra la otra oferta. La votación no solo implicó eso, sino también que luego de casi 60 años, la Sociedad de Redactores del periódico cediera la mayoría accionaria de la empresa. Ese también es un signo de los tiempos.